EA 603 - "Se iba de joda con los jueces"

Conti, no te quedes con las monedas





Y entonces, un día, al pibe, un militante de veintipico, de la zona sur del gran Buenos Aires, un pibe que quería un país mejor para todos, le dicen que la senadora quería hablar con él. Que sabía del buen trabajo que había hecho como militante y director de Cultura de su municipio, tan joven, director, y que la senadora estaba buscando un jefe de prensa y que la viera en el Senado. 

El pibe no podía creer su suerte. La senadora no era una de esas políticas de provincias feudales, una de esas que aparecían colgadas en las listas sábanas de andá a saber qué sábanas colgadas. No, la senadora era un referente de lo mejor de la tradición de la defensa de las libertades públicas, de la que peleó de verdad contra las leyes de punto final y obediencia debida. Un honor. El pibe estaba, hay que decirlo, chocho. Una senadora progre. 

Era raro, le pagaba en negro la senadora progre, pero el pibe no se preocupó. Suponía que la burocracia y esas cosas. Setecientos pesos en negro y, además, bueno, el país mejor para todos y eso. El pibe, con un optimismo y una voluntad que vistas de afuera, también hay que decirlo, cansan un poco, fue al Senado. Y cada vez más entusiasmado y trabajando más y entonces cuando la senadora lo llamó para hablar y le preguntó qué le parecía la gestión, él, que nunca fue tímido ni corto, le dio todo un panorama político a la senadora que, a todo esto, no tenía partido, era ala progresista nomás, y votaba con el Gobierno pero no era del Gobierno. 

Y el pibe le dijo, como si tuviera que ser asesor y no lo era, pero tanto entusiasmo, estaba en el Senado, ahí donde se puede cambiar el país, “dedicate a los temas ninguneados, vos estás más adelante, vos sos progre”. Y ahí nomás barruntaron la ley de despenalización de tenencia de drogas para uso personal. Era todavía 2004 y la senadora se cansó de dar entrevistas con el trabajo que el pibe había escrito. Más chocho, el pibe. Y más aún cuando se metió con un tema que le interesaba personalmente, y era el de igualdad de derechos de parejas gays. 

Ahí lo conocí. Me llamó, como llamaba a tanta gente tan insistentemente, quería hacer algo de lanzamiento de la ley y festivales y que Fito Páez escribiera la canción de amor gay que el rock nacional todavía nos debe. Y un día la senadora lo llamó y le dijo que lo blanqueaba, que hablara con los empleados administrativos, Pablo Iglesias y Federico López. Lo nombraban desde el 1 de septiembre de 2004, categoría A-3, 1.810 pesos.

En diciembre, llegan juntos los sueldos de septiembre, octubre, noviembre. Buena plata, 5.429 pesos, qué alegría. Mira contento su cheque que ganó trabajando para la buena senadora en la oficina cuando entra Federico López que le dice: “Ahora vas con Daniel (Frabotta, otro empleado, casualmente, el mejor amigo del hijo de la senadora progre), lo cobrás, sacás 700 pesos para vos y lo otro se lo tenés que dar a la senadora”. El pibe no entiende nada, piensa que es una broma, mira las caras, comprueba que no es una broma. Pero hace lo que le piden. Lo llama la senadora. Diálogo casi textual en su despacho.

–Sentate. ¿Cobraste? –preguntó la senadora progre.
–Sí, recién vengo del banco.

–Bueno, dame la plata.
–Cómo? ¿La plata que cobré te la tengo que dar?

–Sí, dale, apurate. Separas mil pesos y te los quedás. Ése es tu sueldo a partir de ahora. Todos los meses hacemos lo mismo: cobrás, te quedás mil pesos y me das el resto para mí.
–¿Pero entonces te tengo que dar los otros cuatro mil cuatrocientos? –volvió a preguntar el pibe.

–Sí, dale, apurate –dijo y, mientras el pibe contaba las monedas del banco, la senadora progre le dice: –No, las monedas te las podés quedar.

La senadora guardó el dinero, dijo “listo” y dijo “chau” con la mirada. El pibe no entendía nada. Entonces, la senadora, para eliminar dudas, preguntó: “¿Pasa algo?”. Y el pibe, por no putear, se calló y se fue. No sabía dónde estaba parado, pero sí sabía que no quería estar parado ahí. Así de fácil había sido para la senadora Diana Conti en diciembre de 2004 quedarse con 4.400 de los 5.400 pesos que Bruno Bimbi se había ganado en su trabajo de tres meses. 

La actual diputada K, Diana Conti, la que acaba de decir: “Lo de Eduardo Buzzi no lo puedo creer. No puedo creer de la defección de convicciones que hay en este país”. La diputada K Diana Conti, que defiende con modales guarangos al Consejo de la Magistratura que integra, mete mano a una práctica sin lustre, sin brillo revolucionario. Mete mano en las prácticas más berretas de la vieja política. La diputada K Diana Conti mete mano.

Pasó lo mismo pocos días después cuando Bruno cobró su proporcional del aguinaldo. De los 605 pesos, Pablo Iglesias le dijo que debía darle 400 a la entonces senadora Diana Conti. Bruno se enojó pero Federico López, que estaba ahí escuchando, intervino: “No, hay un error”, dijo y entonces Bruno pensó que bueno, que le iban a decir la verdad, que todo era una jodita para Tinelli, que la senadora Diana Conti era la de los derechos humanos, la progre, que cómo le va a cobrar un diezmo por darle trabajo. 

Pero no, lo que Federico dijo fue que la cuenta estaba mal hecha, que a la senadora progresista Diana Conti le debía no mucho más de 200 pesos. Portazo de Bruno. Al día siguiente, Federico, de amigo, le dijo a Bruno: “Si no le das la plata a la senadora Diana Conti, te va a echar a la mierda”. Vino fin de año y Bruno estaba mal. En enero de 2005 la llamó por teléfono pero la senadora Diana Conti le contestó que estaba de vacaciones, que no era momento. 

En febrero y con una excusa insostenible, Bruno Bimbi fue separado de su trabajo y cuando fue a preguntarle a la senadora Diana Conti por qué, la senadora Diana Conti se burló diciéndole “¡Te dejé sin trabajo! ¡Te dejé sin trabajo!”, una niña que hizo una travesura. Los senadores progresistas son así. O al menos, la senadora progresista Diana Conti era así. Ahora cambió. Ahora es diputada K.

Todo lo que dice esta nota –incluso el diálogo– consta en los expedientes del sumario interno en la Cámara de Senadores y en los de la Justicia. A fines de mayo de 2005, Bimbi hizo la presentación judicial frente al juez José Condino a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 29, secretaría N° 152. En tiempo récord, con feria judicial en el medio, en agosto de 2005, el juez sobreseyó a Diana Conti. Pese a las contradicciones de los únicos tres testigos a los que llamó, no los careó; ni tomó ninguna otra prueba. Por eso, Bimbi, recordemos, un denso, consiguió que la Cámara de Apelaciones anulase el sobreseimiento. 

La causa pasó al juez Canicoba Corral quien hizo algo básico: le pidió al Senado la lista de asesores de la senadora Diana Conti en la época en que Bruno trabajaba allí. Aparecieron un montón de personas a las que Bruno nunca vio en el despacho. Hasta Sebastián Corsetti, hijo de la ahora diputada K Diana Conti, que lo más parecido a trabajar en el Senado que tenía era que trabajaba en una casa de computación en Vicente López. Sebastián no aparecía por el despacho de su mamá ni para saludar a su íntimo amigo Daniel Frabotta. Pobre, a la diputada progresista K le salió un hijo ñoqui, ¿será hereditario? La causa está abierta.

Tiene razón la diputada K Diana Conti. No se puede creer la defección de convicciones en este país. Pero, Diana, ¿sabés qué? Entendiste todo al revés: con las monedas no te podés quedar. 

Fuente : Taringa
Fecha  : 01 de agosto del 2009

https://www.treslineas.com.ar/conti-quedes-monedas-n-128871.html
http://www.taringa.net/posts/noticias/3107501/Diana-Conti-otra-verg-enza-nacional.html



Piumato apuntó contra Diana Conti: "Se iba de joda con los jueces"




El secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación fue consultado sobre las denuncias según las cuales el ex secretario de Justicia, Julián Álvarez, y la legisladora "apretaban" jueces                             

El secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, Julio Piumato, expresó que la Diputada kirchnerista, Diana Conti, "se iba de joda con los jueces", en referencia a la relación que mantenía el gobierno K con el Poder judicial. En declaraciones radiales, Piumato fue consultado sobre las denuncias según las cuales el ex secretario de Justicia, Julián Álvarez, y la legisladora "apretaban" jueces. "Diana Conti no puede apretar a nadie", manifestó el sindicalista y agregó: "Ella negoció con todos los jueces y se iba de joda con ellos". 

Cuando se le pidieron precisiones sobre la palabra utilizada, el gremialista aclaró que se refería a "grandes comilonas, a cenar". 

Fecha  : 04-02-2016
Fuente : IProfesional

http://www.iprofesional.com/notas/227054-Piumato-apunt-contra-Diana-Conti-Se-iba-de-joda-con-los-jueces


Primer soldado de la eternidad K

Diputada por el FPV-PJ, Diana Conti llevó este año la voz cantante de los planes reeleccionistas de la Presidenta. Tuvo frases desafortunadas que la ubicaron en el centro de la polémica, pero a los ojos del ultra-kirchnerismo se destacó como una de las más fervientes servidoras del proyecto K. De la Cristina eterna al riesgo de la alternancia boba, sin pudores.

Fue la primera en ventilar públicamente el sueño de una Cristina eterna con el que empezaron a fantasear los sectores del ala más dura del kirchnerismo cuando ni siquiera se había iniciado el conteo de votos de la elección que consagró a Cristina Kirchner como presidenta reelecta de la Argentina en octubre de 2011. Y también la primera en admitir que no hay plan B al que echar mano, en el caso de que el Gobierno no consiga, como pretende, las mayorías parlamentarias que necesita para reformar la Constitución Nacional en pos de hacer realidad su anhelo de eternizar a CFK en el poder. 

Diana Beatriz Conti, actual diputada por el Frente para la Victoria-PJ, una dirigente con pasado político ecléctico y un largo historial de frases polémicas capaces de conmover la escena política, ingresó cómodamente este año al podio de los más fieles soldados de la causa nacional y popular kirchnerista. A tal punto, que la legisladora no dudó en llevar al paroxismo su obediencia sin límites al Gobierno nacional, una costumbre que le valió en varias ocasiones ser eje de la polémica política de turno. 

Como hace apenas un mes, cuando volvió a llevar la voz cantante de los planes reeleccionistas del oficialismo, al introducir el término alternancia boba, en una sorprendente y maniquea interpretación de una de las bases de la democracia, todo sea, claro, para promover una reforma de la Carta Magna que habilite un nuevo mandato de la actual presidenta. 

La alternancia por la alternancia misma, boba y obligatoria, es ridícula. Mi idea, mi sueño, está en que los electores no seamos obligados a elegir por alguien que no concita interés alguno cuando hay una estadista rigiendo los destinos de la Nación, disparó, sin anestesia, para justificar la aspiración kirchnerista de permanecer en el poder.

Días atrás, volvió a dar la nota en otra mise-en-scène de su lealtad inquebrantable a la Casa Rosada. Embistió contra Daniel Scioli, enemigo íntimo del proyecto reeleccionista de los K, a quien definió como una persona asequible al establishment y transaccional, al conjeturar que bajo una hipotética Presidencia del gobernador, la ley de Medios no hubiese prosperado.

Provocadora nata, La negra, como la llaman sus íntimos, también dio muestras de su firme alineamiento kirchnerista cuando le tocó defender el estado patrimonial de los K, allá por 2010, en tiempos en que el escándalo por el aumento desproporcionado de la fortuna de la pareja gobernante saltaba a la primera plana de los diarios. 

Yo soy oficialista y mi rol es defender a un oficialismo que está siendo revolucionario en este país (...). Hay que tener un patrimonio muy grande, una vida ya hecha, saldada, que tus hijos y nietos no te van a poder reprochar por tu actividad política, peleándote con el establishment, llegó a afirmar por aquellos días. Los creo honestos, no son corruptos (...) tuvieron plata, tienen plata, no se enriquecieron con la función pública. Ser rico no es un delito, abundó en el programa televisivo, Le doy mi palabra, del periodista Alfredo Leuco. 

Pero eso no fue todo. En la misma emisión de TV, se despachó con una inesperada defensa del stalinismo que dejó atónitos a los periodistas del programa. Sí, soy stalinista, defiendo a Stalin y puede decirlo que lo firma Diana Conti..., le espetó en la cara, al borde del sincericidio, a un azorado Pepe Eliaschev.

Sus inicios y la militancia en el Frepaso

Pero más allá de la fe política que hoy profesa, la historia política de Conti se inició mucho antes de la llegada de los K al poder.

Nacida en el seno de una familia de clase media hace 56 años y criada en el barrio porteño de Nuñez, Diana estudió Derecho y Psicología Social y militó en su juventud en el maoísta Partido Comunista Revolucionario (PCR). En los 90, se sumó a las filas del Frepaso y se convirtió en funcionaria aliancista, al hacerse cargo de la subsecretaría de Derechos Humanos durante la gestión del ex presidente Fernando de la Rúa. Recaló en ese cargo apadrinada por el entonces vicepresidente Carlos Chacho lvarez. 

Ya por aquellos años, Conti cultivaba una buena relación con los organismos de derechos humanos a quienes, en 1997, como diputada electa por la provincia de Buenos Aires en la boleta que encabezó Graciela Fernández Meijide, había acompañado en el proyecto de derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Durante la dictadura militar, trabajó con el CELS en la reconstrucción de la jurisprudencia destruida por el Proceso, hasta que, en 1983, ingresó como secretaria en un juzgado correccional.

En la presidencia de Eduardo Duhalde, Conti fue subsecretaria para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, a cargo de Jorge Capitanich.

La actual legisladora ultra-kirchnerista, como ella misma se define sin pudores, hizo pie en el Congreso como diputada en los tardíos 90 y, en julio de 2002, accedió a una banca de senadora para completar el mandato de Raúl Alfonsín. Luego, fue electa dos veces como diputada por el FPV.

Antes de convertirse al kirchnerismo como muchos de sus compañeros de ruta frepasista, protagonizó una memorable escaramuza con Cristina Kirchner en el Congreso, pelea que quienes la quieren poco hoy recuerdan con una gran carga de ironía. Señora senadora, usted no es la única fiscal de este cuerpo, le gritó en pleno recinto a la entonces senadora y futura primera dama mientras se debatía si el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo debía ser expulsado del Senado por su responsabilidad en los incidentes que terminaron con la suspensión de las elecciones en Catamarca. Corría marzo de 2003 y Conti votaba en contra de la destitución de Barrionuevo que impulsaba la esposa del entonces candidato presidencial, Néstor Kirchner.

Pero ese incidente quedaría luego en el olvido. Soy híperkirchnerista. Néstor y Cristina, con quien ahora me llevo bien, me sedujeron convictivamente (sic). Este gobierno está llevando adelante la mayoría de las banderas del Frepaso, que quedaron truncas con la Alianza, dijo después, para justificar su pase político.

En 2005, fue protagonista de un escándalo con derivaciones judiciales cuando su ex asesor, Bruno Bimbi, la denunció por haberse quedado con parte de su salario, una causa en la que finalmente quedó sobreseída este año. También su ex marido, Enrique Dratman, tuvo problemas judiciales cuando se lo mencionó en la causa de la mafia de los medicamentos, que presuntamente habría aportado al financiamiento de la campaña que llevó a Cristina a la Presidencia en 2007.

Desde ese año hasta 2010, Conti integró el Consejo de la Magistratura, donde defendió a capa y espada todas las reformas que el Ejecutivo impulsó en la Justicia.

Fiel a su estilo, días atrás y en sintonía con el llamado de la Presidenta a democratizar la Justicia, una proclama que tiene como telón de fondo la embestida oficial contra ese poder del Estado como derivación política de la ley de Medios y el caso Marita Verón, Conti se pronunció a favor de elegir a los jueces por el voto popular, una idea que fue rechazada de plano por el juez de la Corte, Eugenio Zaffaroni. Conti mantiene un aceitado vínculo con el magistrado. Además de un pasado frepasista común, fue secretaria de la Cámara del Crimen, integrada entre otros por el jurista en los 80.

Este 2012 que se va, Conti también se destacó en el Congreso por ser impulsora del proyecto, aprobado en setiembre pasado, para transferir los fondos judiciales del Banco Ciudad al Banco Nación. Pero, sin duda, el visible entusiasmo con el que defendió -y defiende- una eventual re-re de Cristina, un sueño al que el kirchnerismo de paladar negro está por ahora lejos de renunciar, la ubicó este año en el centro de la escena. En 2013, el Gobierno apunta a dar un nuevo batacazo en las urnas que abra la posibilidad de una reforma de la Constitución para habilitar otro mandato de Cristina. Y allí estará Conti, claro, lista para dar la batalla por la supervivencia del proyecto nac&pop. 

Por : Micaela Pérez
Actualizado el 28 de Diciembre de 2012
Fuente : El Cronista

https://www.cronista.com/we/Primer-soldado-de-la-eternidad-K-20121228-0017.html

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